viernes, 25 de diciembre de 2009

Catorce consejos para ser feliz en el próximo año

Este año agoniza mientras el 2010 cabalga hacia nosotros en brioso corcel. Siempre que llegamos a un momento así, nos embargan mezclados sentimientos de alegría y tristeza. Tristeza porque descubrimos alguna nueva cana en nuestro cabello, o porque nos acordamos de los amigos que ya no están entre nosotros, o de los amores que dejamos atrás. Alegría, porque el ambiente festivo nos envuelve y el año nuevo se avizora cargado de bondades.
A fin de año nos hacemos promesas y forjamos proyectos para el futuro. Por ello, voy a aprovechar la oportunidad para regalarle algunos consejos que seguramente le ayudarán a ser más feliz a partir del principio del nuevo año. Escuche.
- Sea precavido. No se deje llevar por los impulsos y no haga nada que después pueda pesarle por el resto de su vida. Sobre todo cuide mucho su salud.
- Sea cortés. Siempre cédale su asiento a una viejita, a una embarazada o a un enfermo. Deje espacio en la acera para que el otro transeúnte pueda pasar sin molestias. Pida permiso para avanzar en el interior del ómnibus y si conduce un vehículo, cédales el paso al peatón y al ciclista. También sea cortés con el público que atiende en su trabajo.
- Sea agradecido. Si usted ha recibido un favor, o ha sido objeto de la cortesía de otra persona, agradézcalo. Aunque solamente tenga tiempo para hacerlo con un gesto o una sonrisa. La gratitud es una de las más bellas cualidades del ser humano.
- Sea justo. Trate a los demás con la misma imparcialidad con que le gustaría ser tratado. Procure no perjudicar a nadie y no permita que dañen a otros. Defienda el derecho ajeno como mismo defiende el suyo propio y nunca priorice la exigencia de sus derechos antes que cumplimiento de sus deberes.
- Sea indulgente. Si ha sido objeto de un daño, intencional o no, desista de tomarse la justicia por su propia mano y nunca cause daño a los demás. Respete sobre todo a quienes están en desventaja frente a usted.
- Sea discreto. Hablar de más nunca ha traído buenas consecuencias. No critique a los demás en lugares o momentos inadecuados y nunca revele secretos ajenos. Tampoco se haga eco de comentarios que perjudiquen a otras personas.
- Sea honrado. Asegúrese de cumplir las leyes, las normas técnicas y todas las demás regulaciones existentes. Pague por todos los servicios y bienes que recibe.
- Sea sincero. La falsedad y la mentira son malas compañías. Piense que al final, siempre la verdad se descubre y quienes le rodean pueden dejar de confiar en usted.
- Sea civilizado. Cuide el entorno. No arroje desechos en la vía pública. No dañe la propiedad social. No cause ruidos molestos. Vista la ropa adecuada para cada sitio y ocasión. No diga palabras obscenas y en fin, procure no molestar al resto de las personas.
- Sea ecuánime. Cuando perdemos la compostura no atinamos a tomar las mejores decisiones.
- Supérese. Aprenda cuanto le sea posible, de cualquier tema, por cualquier medio. Recuerde que el saber no ocupa lugar.
- Sea ahorrativo. Evite cualquier clase de exceso. Ahorrar es, simplemente, cubrir las necesidades sin malgastar nada. Piense que lo que usted derrocha puede estar faltándole a otra persona.
- Sea solidario. No deje de ayudar a quien esté necesitado. Está demostrado que quien auxilia, recibe ayuda multiplicada y puede que mañana sea usted el carente.
-Sea laborioso. Solamente con el trabajo se puede crear la verdadera riqueza. Trabajar es la única forma de hacer avanzar al país y lograr un futuro de bonanza para usted y quienes le rodean.
Estos son solo algunos consejos que le ayudarán a ser más feliz a partir de ahora. Comience a aplicarlos el 31 de diciembre a las 12 de la noche y ya verá como su vida cambia para bien. Claro que a usted pueden ocurrírsele muchas más formas de ser una mejor persona. Aplíquelas también y luego me las dice para sumarlas a mi lista. Seamos todos un tilín mejores, como dice Silvio Rodríguez, y veremos al mundo convertirse en un verdadero paraíso.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Afán por la vida


El afán por la supervivencia se manifiesta por igual en todos los seres vivos. Vean este árbol, arrancado de raíz por un feroz vendaval, como se aferra a la vida por algunas de sus raíces que quedaron hundidas en la tierra. Después de cortar la parte superior del tronco caído, el jardinero sembró otra planta para sustituirlo, pero el árbol abatido por el viento se impuso y retoñó como queriendo decirle al jardinero, “Hey, un momento, aún estoy vivo.”
Durante un viaje a todo lo largo de la isla de Cuba pude descubrir otros muchos árboles con gran parte de sus raíces expuestas a causa de la furia ciega del huracán y que habían logrado sobrevivir en un esfuerzo supremo de la naturaleza. Desdichadamente la velocidad del ómnibus en que viajaba no me permitió obtener buenas imágenes.
Sirva entonces este ejemplo, visible en el jardín de la estación de servicio conocida como “El Conejito” que se encuentra en la Autopista Nacional entre las provincias de La Habana y Matanzas.

lunes, 18 de mayo de 2009

65 años arrastrando una roca

Tomás Joglás Sosa tiene 79 años de edad y lleva 65 realizando largos recorridos por las calles habaneras, arrastrándose sentado y con una pesada roca colgada, con una cadena, de una de sus piernas. Cumple una promesa que le hizo a San Lázaro, santo al que los creyentes cubanos invocan para pedir salud y que se sincretiza con Babalú Ayé en la Santería o Regla de Ocha. Cuando tenía 21 años, Tomás era marinero de cabotaje y su barco naufragó. Relata que logró salvar a seis de sus compañeros, a pesar de que durante el accidente sufrió cuatro serias lesiones en una cadera que le provocaron la invalidez. Entonces suplicó a San Lázaro por su curación y a cambio, prometió arrastrar, de por vida, la pesada roca de unas 20 libras y pedir limosna. Cada 8 de septiembre, día de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, Tomás parte del santuario de Nuestra Señora de Regla con su pesada carga, para arribar al poblado de El Rincón, donde se encuentra la iglesia de San Lázaro, el 17 de diciembre, día consagrado a ese santo y en el que miles de creyentes acuden a pedir milagros o pagar promesas por las gracias ya concedidas. Dicen los creyentes que San Lázaro es muy piadoso, que devuelve la salud a muchos enfermos, pero que es exigente con el pago de las promesas que se le hacen. Quizás por ello Tomás no ha pensado en abandonar su penitencia, a pesar de que puede ser exonerado por una autoridad eclesiástica. Pero, si devoto es este hombre, tanto o más lo es su esposa, Rina Rodríguez Méndez, que fielmente lo acompaña en su periplo asistiéndolo en todas sus necesidades. Amor y fidelidad, devoción religiosa y humana unen a esta pareja de nómadas citadinos en su ya más que cotidiano andar por la vida.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Humor, Los marcianos llegaron ya


Un trasnochador espera el ómnibus en una parada solitaria a las tres de la madrugada. De pronto siente que le tocan el hombro, al tiempo que escucha un raro zumbido bzzzzzz…
Se vuelve y ve a otro hombre, que no sabe de dónde salió, parado impasible como a cinco metros de distancia. “No puede haber sido él –se dice– Está muy lejos. Debe ser mi imaginación”.Unos minutos más tarde el noctámbulo vuelve a sentir el roce en su hombro y escucha bzzzzzz… Detrás, el otro tipo permanece impertérrito.Un tiempo después, la misma historia. Decidido, el noctívago lo interpela:
-Oiga ¿Qué le pasa?
-Shhhh, no haga escándalo, que me pueden descubrir. Yo soy marciano. Me envían a La Tierra a realizar un estudio previo para saber si podemos establecer relaciones diplomáticas con los humanos.
Después de una corta conversación el terrícola se convence de que su interlocutor es realmente un extraterrestre y decide llevarlo a su casa. Ya en el hogar, le brinda merienda y lecho para que descanse.
Al siguiente día, durante el desayuno, intercambian animadamente experiencias de sus respectivos planetas. Cuando ya se ha establecido un nivel de confianza bastante elevado, el terrícola se atreve a preguntar al otro:
-¿Y como es que hacen el amor en Marte?
-Es así –responde el ET y alarga desmesuradamente su brazo sobre la mesa para tocar el hombro del terrícola, bzzzzz…

viernes, 30 de enero de 2009

Tremendo boniato

Dicen que los hay más grandes, pero a decir verdad este es el de mayor tamaño que yo he visto en los 53 años que llevo pisando esta tierra.
Se trata de un boniato, conocido también como camote, batata o patata dulce.
El de la foto fue cosechado en tierras habaneras y está a la venta en el mercado agropecuario de la calle Virtudes esquina a Amistad en el capitalino municipio de Centro Habana.
Pesa 6 libras y 4 onzas (2,83 kilogramos) y pertenece a la variedad conocida como blanca.
El boniato es la raíz abultada de una hierba vivaz rastrera de la familia de las Convolvuláceas, nativa de la América tropical que se cultiva sobre todo por la gruesa raíz comestible que es una tuberosa oblonga y voluminosa que llega a medir 30 centímetros de largo. Las hojas tiernas son también comestibles crudas en ensaladas o cocidas como verdura.
De la raíz del boniato también se extrae almidón útil como apresto de géneros textiles y aparejo de papeles, para fabricar adhesivos y en productos de lavado de tejidos. Las variedades de color rosa y amarillo son ricas en caroteno, un precursor de la vitamina A.
El boniato es de exquisito sabor dulzón y se puede consumir hervido, frito o en dulces. En Cuba es muy apreciado el boniatillo, un dulce hecho con el boniato reducido a puré y edulcorado que puede servirse en bolas recubiertas de una corteza dura a base de azúcar o blando en un plato. El boniatillo parcialmente diluido se conoce como Manjar Oriental. También se confecciona cortado en dados pequeños y cocinado en almíbar, siendo conocido este dulce como Mala Rabia. Se puede combinar con leche o dulce de coco rayado.
Existen variedades de boniato, no comestibles, que se utilizan como plantas ornamentales.
En el argot popular cubano se le dice “sacar un boniato” al tropezón que se da con la punta del pie contra alguna irregularidad del terreno al caminar distraído.